lunes, 13 de mayo de 2024

BOLETIN INFORMATIVO KOSMOS CHILE: 2ª. SEMANA DEL 13 AL 19 MAYO 2024

 

2ª. SEMANA DEL 13 AL 19 MAYO 2024

 

01 ADMINISTRACION

 

LAS 16 REGIONES DE CHILE

Arica y Parinacota: Arica.


Atlas de Chile - T1E26 | Arica

https://youtu.be/zaDyWkgzV8Y?si=Zp8-4TPkeB1ogWDX    51.18 

Documental Arica y Parinacota Paisaje Cultural de América

https://youtu.be/PEjikkq-lnssi=A8AqTrGqy1RrV76j       19.28    

PATRIMONIO NATURAL DE ARICA Y PARINACOTA

https://youtu.be/L8tf8oQwcIE?si=uTzpbgYUGKA3leBT        13.17


BOLETIN SEMANAL # 05.2024

1ª. SEMANA: Del 13 al 19 mayo 2024

5ª. TEMPORADA AÑO 2024

(distribución gratuita)

 

Director Responsable

Hugo Pinaud Rojas

 

Boletín Informativo Kosmos Chile

Av. Freire 218 Belloto Centro

Fono 987.554.889 – Quilpué

Email: hugopinaud@gmail.com  

 

SOCIO DE “ACHIPEC”

Asociación Chilena de Periodistas y Profesionales para la Comunicación de la Ciencia.

                            

 

02 REFLEXIONES DEL DIRECTOR


Tarapacá: Iquique.


Turismo en IQUIQUE              8.29

https://youtu.be/KR34TjGFPV0?si=ZFwxTh91TH5qiB_J

 

Iquique, norte chileno - programa Contacto      19.59

https://youtu.be/PZhflNXxk3g?si=azhixd77K65-HDWr   

 

Iquique Glorioso! Que hacer ?                   31.09

https://youtu.be/E03-JIUVkwg?si=WSb1CEPunnFhsHIx

 

Iquique, Chile                       8.06

https://youtu.be/XuEy8FDzWEI?si=iUwg85kJGFQcm5_t               

 


¿Es el ser humano realmente un animal?

¿Qué significa “ser humano”? ¿Qué diferencia a la especie humana de los animales? ¿Somos realmente un “animal racional”? ¿Somos el único?

Suele ser habitual en la conversación informal excluir al ser humano de la categoría de ‘animales’, o considerarlos términos antagónicos. Por ejemplo, decimos que alguien es un animal cuando expresa un comportamiento bruto o poco civilizado, e igualmente decimos que un animal es muy humano cuando da muestras de astucia o agudeza que normalmente asociamos con nuestra especie.

La animalidad del ser humano a discusión.

Lo cierto es que, hasta la llegada de Carl von Linné, padre de la taxonomía binomial de los seres vivos, la cuestión de la animalidad del ser humano fue muy discutida entre filósofos y sabios. En la mitología bíblica, Yahvé crea a los animales durante los días 5 y 6 de la creación, y después, crea al ser humano. De hecho, el libro del Génesis dice expresamente: «Y los bendijo Dios diciéndoles: ‘sed fecundos y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; dominad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo’» (Génesis 1:28). Para la tradición judeocristiana, el ser humano es cualitativamente distinto y superior respecto a los animales. Aún hay personas que defienden esa postura.

Pareja

El ser humano, para la tradición judeocristiana, se encuentra por encima de los animales.

El gran sabio Aristóteles, autor de una de las primeras clasificaciones utilitaristas de los seres vivos, no pensaba lo mismo. Para él, el ser humano compartía similitudes suficientes con los animales como para considerarlo uno de ellos, salvo una notable diferencia que le hacía único: su racionalidad. De ahí la expresión que ha llegado hasta nuestros días: “el ser humano es un animal racional”, y la idea de que, por extensión, el resto no lo es.

Como se ha adelantado, el primer científico en situar a la humanidad como una especie más, al mismo nivel dentro de la clasificación de los animales, fue el naturalista sueco Linné. Para él, el ser humano compartía, junto a otros como monos, gorilas, orangutanes y chimpancés, un espacio dentro de un grupo concreto de animales: los primates. Esta perspectiva, basada exclusivamente en rasgos morfológicos, sería posteriormente reforzada por la tesis de Charles Darwin sobre la evolución del ser humano, y científicamente comprobada con la llegada de los estudios en filogenia.

Orangután

El ser humano, como el orangután, es un animal del grupo de los primates — david evison /iStock

Somos animales, y este es el motivo

Actualmente, no cabe duda de que el ser humano es un animal. No solo por compartir los rasgos que caracterizan a los animales: organismos eucariotas y multicelulares, con células carentes de pared celular, heterótrofos y móviles. También por ascendencia evolutiva.

Si tomamos en cuenta los grupos de seres vivos tal y como se entienden hoy, desde el punto de vista filogenético, siempre ha de conservarse el monofiletismo. Esto significa que si una especie determinada pertenece a un grupo de seres vivos, entonces todos sus descendientes pertenecen a ese mismo grupo, ineludiblemente. Si se trata de excluir alguna rama de la descendencia, se cae en el parafiletismo, y si se trata de agrupar varias ramas sin incluir al ancestro evolutivo común de ellas, se cae en el polifiletismo; ambos casos son incorrectos desde una perspectiva filogenética 

Los ancestros evolutivos del ser humano moderno pertenecen al grupo de los homínidos, por lo tanto, el ser humano es, necesariamente, un homínido. Los homínidos, a su vez, pertenecen al grupo de los primates, que a su vez, forman parte del grupo de los mamíferos, este de los cordados, y este de los animales. De modo que, ineludiblemente, en términos de filogenia, el ser humano es miembro de todos esos grupos, y también es un animal.

Cuervo

El ser humano es un animal racional, pero no el único — JAH/iStock

¿El animal racional?

Uno de los aspectos más positivos de la ciencia es que todo conocimiento puede (y debe) discutirse. Ese es uno de los motores de avance del conocimiento. Por lo tanto, la perspectiva aristotélica de que el ser humano es el único animal racional, y todos los demás no lo son, es un argumento que se puede abrir a discusión.

Definir la racionalidad, como la inteligencia, no es sencillo. Pero de todas las posibles definiciones de estos conceptos, las únicas que excluyen a otras especies de animales no humanos, son las que están diseñadas específicamente para hacerlo. Es fácil decir que la racionalidad es exclusivamente humana, si la defines como rasgo propio del ser humano, pero eso es hacerse trampas al solitario. Cualquier definición que evite establecer esa relación ad hoc y se centre en rasgos objetivamente medibles termina incluyendo, queramos o no, a algunas especies animales además del ser humano.

Algunas formas de definir la racionalidad o la inteligencia incluyen conceptos como: autoconciencia —la capacidad de reconocer la propia existencia—, capacidad de resolver problemas de forma creativa, fabricación y uso de herramientas, comunicación activa de conceptos complejos, capacidad de abstracción, aprendizaje activo y analítico —y no solo basado en repetición—, habilidades matemáticas, empatía, emociones o capacidad de tomar decisiones meditadas y no guiadas solo por impulsos.

Los estudios en comportamiento animal han mostrado que hay animales que cumplen con cualquiera de esas condiciones. Entre los más destacados se encuentran otras especies de mamíferos como ciertos primates, entre ellos el chimpancé o el bonobo, algunos cetáceos, el elefante, o la rata; también algunas aves, como el cuervo, la graja o la urraca. Y entre los invertebrados, destacan los cefalópodos, con el pulpo como su mayor representante.

Sin duda nadie niega que hay aspectos que nos diferencian de otros animales. Nadie niega tal cosa. Hasta donde sabemos, el ser humano es el único animal con conceptos abstractos tan complejos como la libertad o la justicia. Pero también es cierto que muchos otros animales tienen capacidades que los diferencian del resto; por ejemplo, las orcas son capaces de comunicarse con éxito con otras especies mediante vocalizaciones, y las ratas crean mapas mentales tridimensionales con visión subjetiva a partir de visualizaciones de planos en dos dimensiones. Habilidades completamente fuera de nuestro alcance.

El ser humano es un animal, y si bien, es efectivamente racional, no es el único que lo es. La percepción religiosa de que somos, de algún modo, superiores al resto de animales, no se sostiene en pruebas; somos animales, y somos distintos al resto de otras especies de animales, como ellas también son distintas entre sí. 

Referencias:

Gruber, T. et al. 2010. A comparison of bonobo and chimpanzee tool use: evidence for a female bias in the Pan lineage. Animal Behaviour, 80(6), 1023-1033. DOI: 10.1016/j.anbehav.2010.09.005

Laumer, C. E. et al. 2019. Revisiting metazoan phylogeny with genomic sampling of all phyla. Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, 286(1906), 20190831. DOI: 10.1098/rspb.2019.0831

Musser, W. B. et al. 2014. Differences in acoustic features of vocalizations produced by killer whales cross-socialized with bottlenose dolphins. The Journal of the Acoustical Society of America, 136(4), 1990-2002. DOI: 10.1121/1.4893906

Reinhold, A. S. et al. 2019. Behavioral and neural correlates of hide-and-seek in rats. Science, 365(6458), 1180-1183. DOI: 10.1126/science. aax4705

Solomon, E. P. et al. 2013. Biología (9a). Cengage Learning Editores.

 

Ser humano, animal y animalidad.

 

Fuente: https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-92732013000200004

 

Introducción

 

El pensamiento de Martin Heidegger es conocido por ser una de las claves para entender el desarrollo filosófico del siglo XX. El foco de atención recurrente lo constituye la obra fundamental de Heidegger: Ser y Tiempo (1927). Sin embargo, un tanto menos atendidas por los intérpretes se encuentran aquellas lecciones que Heidegger dictó pocos años después de publicada su obra principal. Me refiero a textos como Principios metafísicos de la lógica (1928) e Introducción a la filosofía (1928/29). Un caso paradigmático lo constituye, a mi juicio, la lección Los conceptos fundamentales de la metafísica. Mundo, finitud, soledad que Heidegger dictara el semestre de invierno de 1929/30 en la Universidad de Friburgo. En comparación con Ser y Tiempo, hay, a lo menos, dos grandes unidades temáticas que marcan una diferencia relevante con la obra fundamental de Heidegger y se erigen como un lugar recurrente de la interpretación heideggeriana presente, y de aquella que va más allá de ella en la actualidad. Me refiero, entonces, (a) al tratamiento del concepto de «hombre» o «ser humano» (Mensch)1, del «animal» (Tier) y de la «animalidad» (Tierheit) en el marco de una nueva aproximación al problema del mundo y (b) la consideración crítica de la biología a partir de los descubrimientos de los científicos contemporáneos a Heidegger.

 

En el presente artículo, me concentraré fundamentalmente en el primero de estos temas; el ineludible tratamiento del segundo tema será tarea de un próximo trabajo. La pregunta que lo orienta es, entonces, ¿por qué Heidegger rehabilita los conceptos de «ser humano», «animal» y «animalidad»? No pretendo hacer una mera reconstrucción filológica del planteamiento de Heidegger en Los conceptos fundamentales de la metafísica. Mundo, finitud, soledad (1929/30), sino que intentaré discutir, en la medida de lo posible, con algunas de las interpretaciones actuales de esta lección; las mencionadas interpretaciones, me parece, enfatizan solamente una dimensión de la problemática tratada por Heidegger, esto es, la dimensión animal o de la animalidad. Se pierde de vista, a mi juicio, que Los conceptos fundamentales de la metafísica. Mundo, finitud, soledad (1929/30) constituyen un hito en la reflexión heideggeriana sobre el ser humano; en la que la tematización del animal y de la animalidad cumple un mero rol funcional. En otras palabras, sostengo como hipótesis investigativa, que Heidegger desarrolla en la lección Los conceptos fundamentales de la metafísica. Mundo, finitud, soledad (1929/30) un tratamiento novedoso y fundado del ser humano, del animal y de la animalidad, enmarcado en una nueva comprensión del problema del mundo. Esta problemática, así planteada, no aparece en la obra principal de Heidegger. Dicha novedad, en especial su estudio de la animalidad, ha inspirado algunas de las interpretaciones más actuales sobre la filosofía heideggeriana tanto en la filosofía anglosajona como en la continental (Derrida, Buchanan, Dastur, Beelman, etc.). Sin embargo, a mi juicio, algunas de esas interpretaciones acentúan demasiado el ámbito de la animalidad, soslayando o evadiendo el tema de lo humano. De este modo, dividiré el presente artículo en tres partes: 1. El tema del ser humano y del animal en Ser y Tiempo, 2. El tema del ser humano y del animal en Los conceptos fundamentales de la metafísica. Mundo, soledad y finitud, 3. El tema de la animalidad en Los conceptos fundamentales de la metafísica. Mundo, soledad y finitud y sus alcances en la interpretación heideggeriana actual y 4. Palabras finales.

 

1.       El tema del ser humano y del animal en Ser y Tiempo.

2.     2. El tema del ser humano y del animal en Los conceptos fundamentales de la metafísica. Mundo, finitud, soledad (1929/30).

3.     3. El tema de la animalidad en Los conceptos fundamentales de la metafísica. Mundo, finitud, soledad y sus alcances en la interpretación heideggeriana actual.

4.    Palabras finales.

5.     Notas.

6.    Referencias.                          

 

Ver articulo completo en enlace en Fuente.

 

9 OBSERVATORIO DE ASTROTURISMO

 CHARLES MESSIER DE QUILPUE

 

Antofagasta: Antofagasta.


La Perla del Norte, Antofagasta                            3.11

https://youtu.be/b6rjrIe9nCo?si=N1Wo3oddsUFUABrK    

Antofagasta, La Perla del Norte - Parte 1             26.04

https://youtu.be/ba-QTVijvsw?si=xmFJlJaaay45cl9u    

Antofagasta, La Perla del Norte - Parte 2             26.43

https://youtu.be/c_n5haQHmpY?si=4rIBaW6rVygqhT-E

 

Astrofels Agrupación Astronómica de Castelldefels

CURSO DE ASTRONOMIA BASICA Y PRACTICA:

 

Curso de Astronomía Básica y Práctica 1/4                         1.36.50       

https://youtu.be/ZSv79nD1h9w?si=tELMhg_M4SvxwOQG     

Curso de Astronomía Básica y Práctica 2/4                                        51.18

https://youtu.be/cwpZPNGW4FE?si=96CQNboGNk8WnZ8T    

Curso de Astronomía Básica y Práctica 3/4                                        38.40

https://youtu.be/qWeCXeht6L4?si=3x3R58sXP-Bq-1Jw          

Curso de Astronomía Básica y Práctica 4/4                                        51.13

https://youtu.be/-DUlie3hoQU?si=d_lxNgVfj6XcS53L   

 

 

10 SISMOLOGIA

 

Atacama: Copiapó.


CIUDAD DE COPIAPÓ, GUÍA COMPLETA PARA TÚ VISITA A LA CAPITAL DEL DESIERTO                               18.47

https://youtu.be/C6B8k4utFy4?si=qmSDTGwS5PsgfScY

Copiapó, Chile: Un viaje histórico - turístico a Copiapó en pleno desierto de Atacama                                        21.23

https://youtu.be/66bqy5vhgM8?si=gKpjTQO-t0EkKm5r

Tesoros de Mi Ciudad: Copiapó́                      16.10

https://youtu.be/yVTIgiz_0Ug?si=LfTa1qOdz5kg-knN

 

Teorías que marcaron el estudio científico de los sismos

Rebote Elástico y Tectónica de Placas sentaron las bases de la sismología

Por Carina Martínez Q., DGDC-UNAM

El ser humano enfrenta numerosos fenómenos naturales, entre ellos, los sismos, los cuales han llamado la atención de las diferentes civilizaciones a lo largo de la historia. Sin embargo, el estudio de estos como una ciencia es relativamente reciente.

El término “sismo” se emplea para describir el efecto de un movimiento súbito de la corteza terrestre que genera ondas elásticas, las cuales se propagan a grandes distancias. Su estudio tiene distintos motivos, el principal es su alto potencial de destrucción, comentó Arturo Iglesias Mendoza, investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM.

A inicios del siglo XX, precisamente en 1910, el geofísico Harry Fielding Reid propuso la Teoría del Rebote Elástico, la cual consigue explicar cómo se genera una falla y en consecuencia un temblor. Gracias a tal teoría se consolidó la sismología como una ciencia.

 

Años más tarde, en la década de 1980, fue aceptada cabalmente la Teoría de la Tectónica de Placas, como uno de los mecanismos que generan los grandes terremotos en el planeta. Con este aporte, la sismología cobró más seriedad, recordó el sismólogo. 

Tectónica de Placas, un largo camino

Antes de que la Teoría de la Tectónica de Placas fuera aceptada completamente, pasaron diversos años en los que científicos y especialistas discutieron sobre ella.

En un inicio, el astrónomo y meteorólogo alemán Alfred Wegener propuso que los continentes tenían formas que parecían encajar unos con otros, además de que existían poblaciones de seres vivos que podrían estar conectados por sus características evolutivas, pero que se encontraban a miles de kilómetros distanciados.

“Wegener consideraba que los continentes en el pasado geológico estuvieron unidos en un supercontinente de nombre Pangea, sin embargo ¿cómo podía explicar cuál era la fuerza que podía mover esas grandes masas de roca, de continentes, por miles de kilómetros? Por lo tanto, este teórico fue criticado por distintos científicos”, comentó el doctor Iglesias.

Al paso del tiempo y con diversos estudios, se comprendió que el mecanismo que hacía posible el movimiento de los continentes estaba en el interior de la Tierra, en la temperatura que tienen sus diferentes capas.

Así, esa energía acumulada es la que provoca unas corrientes de convección en el manto y en la corteza terrestre; esos flujos de temperatura podían explicar los grandes movimientos de masas de roca. Esta es la base de la Teoría de la Tectónica de Placas.

Dicha teoría es aceptada en la actualidad, aunque aún hay mucho por estudiar y comprender sobre el mecanismo de los sismos.

La importancia de la sismología

Mientras existen sismos que pueden ocasionar grandes destrucciones, como el ocurrido en México 1985 o Chile 1960, además de generar diversos eventos complejos como los tsunamis, hay otros que no, de ahí la importancia de estudiarlos para poder comprender y explicar su actividad. Esa es la labor de la sismología.

El investigador precisó que el potencial de destrucción de los sismos está relacionado con el propio mecanismo de éstos y también con la situación de los diferentes sitios en donde se registran. Por ejemplo, en el caso del Valle de México, las ondas sísmicas se amplifican de manera sustancial debido al tipo de terreno en el que está asentada la ciudad: un antiguo lago.

 

 

Sismología

Te explicamos qué es la sismología, para qué sirve y qué es un sismógrafo. Además, qué es la tectónica de placas y la escala de Richter.

La sismología es la ciencia que estudia los terremotos y otros fenómenos similares.

¿Qué es la sismología?

La sismología o seismología es una disciplina científica que forma parte de la geofísica y que estudia la propagación de las ondas sísmicas (ondas de movimiento) en el interior y la superficie del planeta, fruto de los movimientos de las placas tectónicas de la corteza terrestre. Dicho de un modo más simple, es la ciencia que estudia los terremotos y otros fenómenos similares.

Los intereses de la sismología son diversos, no solo se interesa por los temblores y terremotos, sino también por la dinámica tectónica que da origen a diversas clases de relieve en la superficie terrestre, los maremotos, los tsunamis y las vibraciones que acompañan a las erupciones volcánicas. En general, puede decirse que se trata de una disciplina interesada en los movimientos de la corteza terrestre, las tensiones que estos ocasionan y el impacto que todo esto tiene, o puede tener, en la vida y en especial en la humanidad.

Se trata de una disciplina en contacto con otras ramas de la geofísica, como la geología, y con otras ciencias como la geografía, la mecánica de ondas y la química. Por un lado, aporta conocimientos para la comprensión de las dinámicas del planeta, y, por otro, permite anticipar eventos catastróficos y minimizar su impacto en la sociedad.

¿Para qué sirve la sismología?

La sismología aporta información clave sobre materiales y técnicas para la construcción.

Los propósitos de la sismología son:

·         Estudiar la propagación de las ondas sísmicas en el interior del planeta, lo cual revela información respecto de cómo se compone el interior de la Tierra: qué materiales, en qué disposición, según qué estructuras.

·         Dar respuesta a la pregunta sobre el origen de los sismos y conocer los distintos tipos que existen: temblores, terremotos, maremotos, entre otros, así como sus fenómenos asociados: tsunamis, deslizamientos de tierra, etcétera. Esto con el fin de entenderlos mejor.

·         Diseñar estrategias para la prevención de sismos que permitan salvar vidas y minimizar el daño de los temblores. Esto puede darse, por ejemplo, mediante el aporte de información clave sobre materiales y técnicas para la industria de la construcción, o el diseño de manuales de conducta en caso de terremoto.

·         Reunir información sísmica que pueda ser útil a otras disciplinas y saberes, para expandir los conocimientos científicos.

Historia de la sismología

El primer sismógrafo fue inventado por Zhang Heng en la Antigua China.

Si bien los terremotos han existido desde los inicios de la humanidad y han sido siempre recordados como eventos cataclísmicos, su estudio científico es bastante reciente. Hay registros de sismos desde hace al menos 3.000 años en la Antigua China, y en su mayoría fueron interpretados como síntomas del fin del mundo o del castigo divino, de acuerdo a las creencias de cada civilización antigua.

Sin embargo, hubo también filósofos y pensadores que se preguntaron si no habría un origen natural de estos fenómenos terrestres: individuos que pueden considerarse hoy como los precursores de la sismología. Entre ellos figuran los griegos Tales de Mileto (c. 624-c. 546 a. C.), Anaxímenes de Mileto (c. 590-c. 528 a. C.), Aristóteles de Estagira (384-22 a. C.) y el chino Zhang Heng (78-139 d. C.) de la dinastía Han, inventor del primer sismógrafo.

Aun así, las primeras hipótesis científicas sobre el origen de los terremotos surgieron entre los siglos XVII y XVIII. El científico y sacerdote jesuita alemán Atanasio Kircher (c. 1601-1680) propuso que eran fruto del fuego que ardía en el interior de la Tierra, mientras que el médico inglés Martín Lister (1639-1712) y el químico francés Nicolás Lémery (1645-1715) los atribuyeron a “explosiones químicas” que tendrían lugar en el núcleo del planeta.

Los primeros experimentos sismológicos tuvieron lugar a mediados del siglo XIX, y sentaron las bases de una sismología más bien instrumental. El inventor irlandés Robert Mallet (1810-1881) jugó un rol importante en esto, y fue él quien acuñó el término “sismología”, a partir de las voces griegas seismós (“sismo”) y logos (“saber” o “tratado”).

Ya para comienzos del siglo XX, los primeros avances reales en la comprensión de los sismos trajeron consigo un mayor conocimiento del interior de la Tierra, y así en 1960 surgió la Teoría de la tectónica de placas, que le dio sentido a los conocimientos reunidos hasta entonces y permitió un modelo comprensivo unificado de los fenómenos sísmicos terrestres.

¿Qué es un sismógrafo?

En su versión moderna, el sismógrafo fue creado por James David Forbes en 1842.

Un sismógrafo o sismómetro es un aparato diseñado para medir los sismos y otros movimientos telúricos (es decir, del suelo) menores. En su versión moderna, fue creado por el escocés James David Forbes (1809-1868) en 1842, y consiste en un péndulo cuya masa le permite sostenerse inmóvil apelando a la inercia, de modo de poder percibir, y apuntar sobre un papel mediante un implemento gráfico, las vibraciones de la corteza terrestre.

En la actualidad, los sismógrafos son implementos usados continuamente en el monitoreo de la actividad tectónica de la corteza terrestre, para así poder detectar y clasificar los terremotos y erupciones volcánicas que suceden en distintas partes del mundo. Algunos se emplean en la superficie y otros en las profundidades del fondo oceánico, de manera de captar lo más nítidamente posible las ondas P (primarias) y ondas S (secundarias) que reverberan hacia la superficie.

¿Qué es la tectónica de placas?

Las placas tectónicas son sólidas y se desplazan sobre el manto, que es semilíquido.

La tectónica de placas o tectónica global es la teoría científica que explica la estructura y la dinámica de movimiento de la litósfera terrestre, es decir, de la capa más externa y fría del planeta. De acuerdo con sus postulados, la corteza terrestre está compuesta por placas tectónicas o placas litosféricas, sólidas y de alrededor de 100 km de espesor, que se desplazan sobre el manto terrestre, compuesto de roca fundida en estado semilíquido.

Este desplazamiento tectónico es sumamente lento y progresivo, pero variado dependiendo de la ubicación y las condiciones. En la placa dorsal del Pacífico Oriental, cerca de la isla de Pascua, por ejemplo, el movimiento ocurre a un ritmo de 15 cm por año, mientras que la placa dorsal ártica en el polo Norte, se mueve apenas a 2,5 cm por año. En todos los casos, las placas al moverse colisionan y friccionan otras placas, lo que genera una tensión masiva que, al liberarse, ocasiona precisamente los sismos y temblores.

Esta teoría no solo permite explicar el origen de los sismos, sino también de las depresiones de la corteza terrestre y de la orogénesis, o sea, la aparición de las montañas: cuando dos placas se topan de frente, la más densa de las dos puede sumergirse bajo la otra (generando una subducción o depresión) o bien la más liviana puede plegarse sobre sí misma (generando una cadena montañosa). La topografía de la Tierra, de esta manera, es fruto de milenios de desplazamientos tectónicos y de choques de esta misma naturaleza.

¿Qué es la escala de Richter?

También conocida como Escala de Magnitud Local (ML), la escala de Richter es una escala logarítmica empleada en los estudios sismológicos a nivel mundial para expresar la intensidad de los terremotos, es decir, la cantidad de energía que la corteza terrestre libera al sacudirse. Su nombre rinde homenaje a su creador, el sismólogo estadounidense Charles Francis Richter (1900-1985), quien junto al alemán Beno Gutenberg (1889-1960) diseñó la escala por primera vez en 1935.

La escala de Richter supuso un paso adelante en la estandarización de los estudios de sismología en el mundo, pero tiene un uso más bien limitado. Sirve para medir, en una escala del 2,0 al 6,9, la intensidad de los sismos ocurridos, siempre y cuando ocurran entre los 0 y 400 kilómetros de profundidad. Para los valores superiores a dicha escala, se emplea hoy en día la escala sismológica de magnitud de momento (Mw), capaz de medir con mayor precisión los sismos de extrema intensidad.

De modo que, a pesar de lo que suele decirse popularmente, no existen temblores “de 7 puntos en la escala de Richter”, dado que la escala llega únicamente hasta 6,9.

Falla geológica

Te explicamos qué es una falla geológica, sus tipos y su relación con los movimientos sísmicos. Además, las principales fallas del mundo.

Las fallas geológicas producen una discontinuidad entre conjuntos de piedra.

¿Qué es una falla geológica?

En geología, una falla es una fractura o conjunto de fracturas en los grandes bloques de piedra de la litósfera, que producen una discontinuidad o desplazamiento relativo entre los conjuntos de piedra. Este tipo de roturas se producen cuando la fuerza del movimiento tectónico vence la resistencia de los materiales del suelo.

Las fallas son comunes en el planeta, y suelen hallarse en los bordes de cada placa tectónica, además de estar involucradas en la formación tectónica de montañas (orogénesis). Además, estas rupturas pueden ser verticales u horizontales, o incluso darse en un sentido diagonal, dependiendo de las características geológicas del terreno.

En los lugares donde hay fallas tienden a producirse movimientos sísmicos, ya que la presión de las placas tectónicas estremece los bloques de piedra al resistirse al movimiento, pues no hay lubricación de ningún tipo entre ellos: la energía se acumula en el sitio y al liberarse, cuando alguno de los dos bloques de roca finalmente cede, se generan las ondas sísmicas que percibimos en la superficie.

Así, dependiendo de si se han movido y generado sismos al menos una vez en los últimos 10.000 años o no, las fallas pueden considerarse activas o inactivas, respectivamente. Las activas, además, pueden ser sísmicas (si producen temblores) o asísmicas (si no los producen).

Tipos de fallas geológicas

 

Las fallas se clasifican por la forma en que se desplazan las placas.

Las fallas se suelen clasificar geométricamente, es decir, desde el punto de vista del desplazamiento relativo de los bloques de piedra involucrados, a lo largo de un plano de falla que puede ser vertical, horizontal o inclinado. De esta manera, las fallas se clasifican en:

Fallas normales o directas. Aquellas sobre las cuales actúa la gravedad, es decir, en que uno de los bloques de piedra se desliza hacia abajo del otro, a lo largo de un plano de falla inclinado.

Fallas inversas. Aquellas en que ocurre lo contrario del caso anterior, esto es, uno de los bloques de piedra surge hacia arriba del otro, a lo largo de un plano de falla inclinado. El bloque que surge se conoce como cabalgamiento.

Fallas transcurrentes, de rumbo o de desgarre. Aquellas en que el desplazamiento ocurre de manera horizontal, paralelo al rumbo de la falla. Dependiendo del sentido del movimiento, pueden ser de dos subtipos:

·         Sinistral o direccional izquierda, si el bloque se desplaza hacia su costado izquierdo.

·         Dextral o dirección derecha, si lo hace hacia el costado contrario, el derecho.

Fallas oblicuas o mixtas. Aquellas en que se combinan dos de los tres casos previos, es decir, el bloque se desplaza hacia abajo y a la derecha, abajo y a la izquierda, arriba a la derecha o arriba a la izquierda.

Fallas rotacionales. Aquellas en que uno de los bloques, en lugar de desplazarse, rota sobre su eje. Esto puede ocurrir de tres maneras:

·         En tijera, cuando el eje de la rotación es perpendicular al plano de falla.

·         En cilindro, cuando el eje de la rotación es paralelo al plano de falla.

·         En cono, cuando el eje de la rotación es oblicuo al plano de falla.

En los dos últimos casos, el plano de falla suele ser curvilíneo.

Principales fallas del mundo

Algunas de las fallas más célebres del mundo entero son las siguientes:

·         Falla de San Andrés. Una falla de alrededor de 1300 km de longitud que atraviesa los estados de California, en Estados Unidos, y Baja California, en México. Representa el límite entre las placas tectónicas de Norteamérica y el Pacífico, y es famosa por sus devastadores terremotos, propios del llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, al cual pertenece.

·         Falla de Ramón. Falla activa ubicada al oriente de la ciudad capital de Chile, Santiago, al pie de la sierra de Ramón, de donde saca su nombre. Posee una longitud de 25 km y una profundidad de 5 km, emplazada en sentido norte-sur. Al ser una falla inversa, es la responsable de la creación de la serranía cercana.

·         Falla de Altyn Tagh. Falla gigantesca de alrededor de 2500 km de longitud, límite entre las placas tectónicas de Eurasia y del subcontinente indio. Ubicada a 1.200 km del monte Everest, es la mayor fractura de rumbo que hay activa en el planeta, y su último terremoto tuvo lugar en 2008 en Sichuan, China, dejando más de 60.000 fallecidos.

·         Falla de Motagua. Ubicada en Guatemala y el sureste mexicano, esta falla sigue el curso del río Motagua cruzando Guatemala y Belice. Representa la separación entre las placas tectónicas de Norteamérica y del Caribe, y provoca numerosos fenómenos volcánicos en Centroamérica.

·         Falla Fagnano-Magallanes. Sistema de fallas ubicado entre las placas tectónicas de Suramérica y de Scotia, en dirección este-oeste al sur de la patagonia Argentina, desde la boca occidental del estrecho de Magallanes, hasta los valles del río Turbio y el río Irigoyen. Sus sismos habituales no superan los 4 puntos en la escala de Richter, y el de mayor magnitud tuvo lugar en 1949, alcanzando los 7.8 puntos de la escala.

 

Terremoto

Te explicamos qué son los terremotos y qué tipos de terremotos existen. Cuáles son sus causas y consecuencias. Maremotos.

Provocan la caída de edificaciones, derrumbe de casas y otros accidentes urbanos.

¿Qué es un terremoto?

Se llama terremoto (del latín terre: “tierra”, y motus: “movimiento”) o también sismo, seísmo, temblor o movimiento telúrico, a un episodio de sacudimiento violento y pasajero de la corteza terrestre, fruto de la liberación repentina de energía (onda sísmicas) en el subsuelo, en donde se dan determinados fenómenos geológicos, como fallas, volcanes o fricciones entre las placas tectónicas.

Un terremoto presenta un foco subterráneo o punto de origen, conocido como hipocentro, y un punto en la superficie directamente sobre el foco, llamado epicentro, en donde suele darse la mayor intensidad del movimiento. En casi todos los casos, luego del temblor se producen sismos de mucha menor intensidad, conocidos como réplicas.

La magnitud de la fuerza del movimiento suele medirse de acuerdo a la Escala de Richter, un registro de la magnitud local del temblor que va del 2,0 (micro temblores diarios imperceptibles) al 10 (jamás registrado).

Este tipo de eventos sísmicos se manifiestan recurrentemente, en base cíclica, conforme al movimiento a lo largo de los siglos de las placas tectónicas del subsuelo, y a los procesos de cambio propios de la corteza terrestre. Los sismólogos se dedican al estudio de los sismos y al cálculo de sus probabilidades de repetición en el tiempo.

Los terremotos se han producido desde tiempos inmemoriales y siempre le han transmitido al ser humano una impresión de las gigantescas fuerzas de la naturaleza, en la medida en que han ocasionado tragedias y generado catástrofes secundarias.

Tipos de terremoto

Los terremotos intermedios oscilan entre los 70 y 300 kilómetros de profundidad.

Usualmente se consideran tres tipos distintos de terremoto, conforme a la región de la corteza en que se ubica su hipocentro:

·         Superficiales. Poseen un foco no inferior a los 70 kilómetros de profundidad, teniendo así un mayor impacto sobre la superficie. Esto los hace los más devastadores de los terremotos.

·         Intermedios. Su foco oscila entre los 70 y 300 kilómetros de profundidad.

·         Profundos. Eventos que ocurren muy en lo profundo de la Tierra, por lo general fuera de la litósfera, a más de 300 kilómetros de la superficie. Llamados batisismos, suelen ser imperceptibles.

Causas de un terremoto

Un temblor puede responder a diversas causas, naturales y de origen humano:

·         Procesos geológicos. Las placas tectónicas de la Tierra se mueven bajo la superficie, sobre el magma, y a menudo chocan unas contra otras, generando ondas sísmicas que repercuten hacia la superficie. Esto también puede ocurrir en presencia de actividad volcánica.

·         Instalaciones geotérmicas. La mano humana también puede ocasionar accidentalmente temblores, como ocurre con los microsismos que a menudo se producen al inyectar agua fría en yacimientos geotermales, donde el calor propio de la tierra hace hervir al líquido y produce géiseres.

·         Fracking. Existe debate sobre la posibilidad de que los métodos de fracturación hidráulica o fracking, consistentes en la inyección de agua y materiales químicos dentro de pozos de hidrocarburos para aumentar o propiciar la extracción de la materia valiosa, puedan incrementar la inestabilidad sísmica de la zona y causar terremotos.

·         Pruebas nucleares. Los ensayos de armas atómicas son tan destructivos que deben hacerse lejos de la vida humana y salvaje, por lo que a menudo se llevan a cabo bajo tierra. Estas explosiones son tan fuertes que pueden repercutir en las placas tectónicas y transmitir vibraciones que ocasionen pequeños sismos.

Consecuencias de un terremoto

En muchas ocasiones la población no está preparada ni educada en materia sísmica. 

Los terremotos pueden tener diversas consecuencias, tales como:

·         Destrucción urbana. La caída de edificaciones, el derrumbe de casas y otros accidentes urbanos suelen acompañar al movimiento vibratorio de los temblores, y suelen cobrar un alto precio en vidas humanas, sobre todo si la población no está preparada y educada en materia sísmica.

·         Deslizamientos de tierra. Las elevaciones como cerros, colinas y montañas pueden ceder a la fuerza de los sismos y generarse así aludes o avalanchas capaces de sepultar poblaciones enteras

·         Incendios. La caída de instalaciones urbanas o industriales a menudo ocasiona desperfectos eléctricos o la liberación de químicos inflamables, lo cual suele generar incendios.

·         Licuefacción del suelo. Las ondas sísmicas son tan fuertes que pueden forzar al material del suelo a liberar el agua contenida, perdiendo solidez y volviéndose fangoso, lo cual es letal para la estabilidad de casas y edificios.

·         Tsunamis. Los grandes terremotos pueden transmitir sus vibraciones al agua de los océanos, generando así una agitación artificial de la misma y luego grandes olas conocidas como tsunamis.

Maremoto

Se conoce como maremoto o tsunami al efecto de la transmisión de las ondas sísmicas de un temblor al agua de los océanos, produciendo una retirada inicial y luego una ola gigantesca que puede recorrer varios kilómetros y estrellarse en la costa, dependiendo de cuánta sea la energía liberada por el terremoto inicial. Es uno de los efectos más temidos y devastadores de los temblores, y la “alerta de tsunami” suele ser posterior al fin de los grandes sismos.

Te explicamos qué son los maremotos, y cuáles son sus causas y consecuencias. Además, ¿son diferentes de los tsunamis?

tsunami de Japón. Impactantes imágenes del tsunami de Japón en 2011.

¿Qué es un maremoto?

Se conoce como maremoto (del latín mare, mar, y motus, movimiento) o a veces también como tsunami (del japonés tsu, puerto o bahía, y nami, ola) a un fenómeno oceánico complejo en el cual se producen olas de mucha energía y gran tamaño, que desplazan cantidades de agua muy por encima de las olas ordinarias del viento y que pueden internarse cientos de metros en tierra firme, arrasando con todo a su paso.

No debe confundirse a los tsunamis con los movimientos oceánicos producidos por la marea, como los macareos, o con las crecidas producto de temporales, huracanes y tormentas tropicales. A diferencia de estos, los tsunamis se generan en la mayoría de los casos como consecuencia de un importante temblor o terremoto (o maremotos, propiamente, ya que ocurren en el lecho del mar), dado que la formación de una onda marina de gran magnitud requiere la transmisión de enormes cantidades de energía cinética al agua.

 

Paradójicamente, un mínimo desnivel en el lecho marino, así sea de unos centímetros de profundidad, es suficiente para movilizar una enorme masa de agua marina que, al recuperar su equilibrio físico, transmite la energía en una onda muy energética capaz de recorrer kilómetros en poco tiempo, prácticamente invisible en alta mar, hasta alcanzar aguas menos profundas y perder velocidad debido a la fricción con el suelo, ganándola sin embargo en altura. Esto da como resultado una secuencia de olas enormes.

 

Los maremotos son temidos por su capacidad destructiva, a medida que el agua de mar se adentra violentamente en tierra firme, y suelen ser algunas de las más grandes preocupaciones inmediatamente después de un terremoto de magnitud considerable. La zona del mundo con presencia más frecuente de maremotos es la correspondiente al océano Pacífico, en el llamado “cinturón de fuego” de enorme actividad sísmica submarina.

Causas de un maremoto

Los maremotos son producto, tal y como los terremotos, de los desplazamientos de las placas tectónicas por debajo de la corteza terrestre. Dichos movimientos a menudo las llevan a chocar, enfrentarse, y a cambiar su forma, generando una fricción cuya energía se transmite en forma de vibración, en este caso, a las aguas.

 

Similarmente, los tsunamis se deben en un 90% a los maremotos, o a terremotos que ocurren muy cerca de la costa. Otros posibles causantes de un tsunami son la explosión de volcanes submarinos o el impacto en el mar de meteoritos de gran tamaño.

 

Consecuencias de un maremoto

La primordial y más temida consecuencia de los maremotos la hemos mencionado ya: los tsunamis. La capacidad destructiva de las olas gigantescas y veloces son ampliamente temidas en las poblaciones costeras del océano Pacífico, y han quedado demostradas una y otra vez en su historia de desastres naturales.

 

Por otro lado, los maremotos propiamente pueden inducir cambios momentáneos o permanentes en la distribución de las corrientes oceánicas, o incluso en la flora y fauna de los fondos marinos.

Maremoto en Samatra, Año 2004.

 

Diferencias entre maremoto y tsunami

Si bien se emplean normalmente como sinónimos, existe una precisión técnica en cuanto al uso de los términos maremoto y tsunami.

Por el primero nos referimos a un terremoto ocurrido en el mar, es decir, un movimiento tectónico violento que ocurre en el lecho marino. El segundo término, en cambio, se considera una consecuencia de dicho temblor submarino, pues refiere estrictamente a la ola gigantesca que se genera al transmitir la vibración sísmica a las aguas.

Sin embargo, dado que el 90% de los tsunamis se originan por maremotos, aunque no todos los maremotos necesariamente originen un tsunami, suelen emplearse de manera más o menos indistinta en el habla común.

 

Fuente: https://concepto.de/maremotos/#ixzz8ZSxlhgxP
Fuente: 
https://concepto.de/terremoto/#ixzz8ZSwvG6wO
Fuente: 
https://concepto.de/falla-geologica/#ixzz8ZSw2AIIh
Fuente: 
https://concepto.de/sismologia/#ixzz8ZSuwv2UY



11 RADIO KOSMOS CHILE

 

Coquimbo: La Serena.



CONOCE LA SERENA                              11.09

https://youtu.be/MvVEoKPmqlA?si=5GTJDyrf-kOJP4he

La Serena, Chile                                         6.28

https://youtu.be/LH3L-bt1390?si=nIihl6Zvqie7li2v

La Serena y Coquimbo                              12.19

https://youtu.be/MQmrcwV4mE0?si=YJ2x4p2YTMaPbVNm

¿Qué hacer en Valle del Elqui?                17.30

https://youtu.be/Jpbje_6RN8s?si=1Vq36ipZMbs-fIHE

 


1.- Breve historia de la ciencia                                                   14.16

https://youtu.be/cxevy248bkQ?si=24IsQ3KawUU-NxTd

2.- La ciencia en la vida cotidiana: Diego Golombek               20.18

https://youtu.be/xjVEq_K7CDA?si=xs3sKMFT6UHnDrMc

3.- Ciencia, tecnología y sociedad | Mario Mariscotti              18.24

https://youtu.be/Lb2lY8RktEc?si=Pg7Am-kHvmb38nqT             

4.- Todos podemos hacer ciencia con las preguntas adecuadas  Alfredo Manríquez Rangel

https://youtu.be/Vgdd2OhYI9E?si=YaiUPP3XFvEZhuYO        14.14

5.- Cómo investigar en una escuela básica | Exequiel Guevara    11.33

https://youtu.be/8_cn4yJVrvY?si=XIXBOX7cfns43q2W               

6.- El método científico a través de perspectivas | Saleh Bairat    9.23

https://youtu.be/r0yVPBlFl08?si=2KhfU679Y1LFvCb6         

7.- Tus primeros pasos en la ciencia | Rodolfo Morales Avalos      14.30

https://youtu.be/Mq90sCNpupE?si=4wF7SPLy0aRx3Ruy  



12 CENCIENTECNO

 

Valparaíso: Valparaíso.

 



Que hacer en Valparaíso                              9.01

https://youtu.be/-R6NnwjYNA0?si=6_1cbVm1GFcEiLcB

 

Que hacer en Viña del Mar                                                    10.32

https://youtu.be/zQds8driAcM?si=oWTtARJsNcuP6bQx

 

VALPARAISO ¿La ciudad más bonita de Chile?                9.54

https://youtu.be/knYluQYAiCA?si=QFCu5nFVpHm93hXW

 

Valparaíso Cerro Concepción                                              18,59

https://youtu.be/LxjfC6Ewdkc?si=mColfpaqQLt_6wm5



Reflexiones sobre la sabiduría de las personas mayores

 

El logro de la sabiduría es una de las metas a las que pueden aspirar los seres humanos en este mundo, y la experiencia y los estudios observacionales demuestran que las personas de más edad son las que más posibilidades tienen de conseguirlo.

Convendría saber qué es realmente la sabiduría y qué papel práctico desempeña en el curso de nuestras vidas y en el curso específico de la vejez.

Algunos autores dicen que la sabiduría representa un nivel superior de conocimiento, juicio y consejo amplio, profundo y equilibrado.

Otro enfoque para entender lo que es la sabiduría sería: actitud de prudencia y moderación en todos los conocimientos que abarca la universalidad de la vida.

También se ha indicado que la sabiduría es la unión de la razón intuitiva con el conocimiento riguroso de lo superior o de las primeras causas o principios.

El sabio es llamado también hombre prudente, el juicioso por excelencia.

En todo este contexto la sabiduría apunta siempre al recto pensar y al gran arte de vivir.

Y, al arte de acertar en cada elección/ decisión que debemos tomar a lo largo de nuestras vidas.

Todos los grandes filósofos la han buscado en su amor al saber, posiblemente cumpliendo con este lema: pensar mejor, para vivir mejor; un principio que es útil a cualquier edad (desde que la persona tiene uso de razón), y más aún en la vejez.



Albert Schweitzer- médico alemán (nacionalizado francés) misionero en África, Premio Nobel de la Paz 1952- decía que el viejo es sabio porque conoce la relatividad de las cosas.

Tiene razón este Dr. misionero al pensar que la vejez madura y sabia ve y valora las cosas del mundo en su justo valor y con una cierta relatividad, lo que la hace ser hasta cierto punto independiente de las dependencias, exageraciones y apegos mundanos.

También existe una sabiduría práctica que está muy ligada a la intuición, inteligencia y sentido común como la que poseen los campesinos, agricultores, gente sencilla de pueblo, aunque también es verdad que la sabiduría parece estar más relacionada con cuestiones filosóficas y existenciales elevadas y con la resolución de problemas vitales complejos y difíciles de resolver.

La sabiduría tiene también mucho que ver con la ética, la moral y la filosofía.

Trasladando esta cuestión de la sabiduría al mundo particular de las personas mayores podemos decir que no todas las personas mayores son sabias, por lo que también cabría decir que no todas las personas sabias son personas mayores.


La sabiduría no es, por tanto, un privilegio exclusivo de la vejez.

No obstante, las personas mayores por el hecho evidente de haber vivido mucho tiempo y contar con múltiples y variadas experiencias y vivencias en su haber vital les aporta una cierta perspectiva ventajosa, para apreciar las cosas de la vida en su justo valor.

De ahí también que las personas mayores dotadas verdaderamente de sabiduría sepan encontrar un camino de la vida menos traumático, con menos apego y sufrimiento… y dotado de un sentido más trascendente.

Sea como sea el vivir y envejecer con sabiduría es una de las metas que deberíamos perseguir y alcanzar los seres humanos en este mundo, y entendiendo, que cuando tenemos que poner más a prueba nuestra sabiduría – por la confluencia de factores negativos y perturbadores que se dan- es en la etapa de la vejez (sobre todo, en la vejez extrema).

Ya lo dijo Henri Frederic Amiel- escritor, filósofo y moralista suizo- aludiendo a esta cuestión, con aquella frase” Saber envejecer es la mayor de las sabidurías y uno de los más difíciles capítulos del gran arte de vivir”.


Por otra parte, la sabiduría no ha de basarse solo en la experiencia propia sino también en la de las demás personas.

Es increíble el listado ya larguísimo de personas sabias que nos precedieron- muchas de ellas fueron personas mayores- y que nos enseñaron grandes verdades, que lamentablemente no se siguen, ni se practican en el mundo actual, por ser éste sumamente materialista, consumista y superficial. Pues, este mundo busca, sobre todo, la rentabilidad de los resultados y la aplicación directa de las cosas.

En esta línea de argumentación, podemos decir que los conocimientos técnicos y los datos científicos proporcionan información y progreso material, pero no sabiduría.

El mundo actual, en este sentido, esta falto de sabiduría, sobre todo, de una sabiduría de los grandes valores y del porvenir. Y eso ¿por qué?

Porque el mundo marcha demasiado deprisa y permanece en la superficialidad. Por eso, también en ese mundo es tan difícil alcanzar un buen nivel de sabiduría, tanto a nivel de los individuos como de la colectividad.

Muchos de nosotros nos preguntamos dónde se encuentra la sabiduría y cómo conseguirla.

En realidad, la sabiduría habría que buscarla y encontrarla en las personas sabias (muchas de ellas son personas mayores), en los libros, en la experiencia, en la meditación, en el interior de uno mismo, en el silencio, en la paz, en el amor, en la serenidad, en el contacto con la naturaleza, en lo trascendente… Y, también en la adversidad y en el fracaso…

Y, en este sentido, el mundo y las experiencias que se dan en las personas mayores pueden ofrecer muy buenas posibilidades para poder encontrarla y ejercerla.

Recuerdo lo que dijo Ernest Hemingway, escritor y periodista estadounidense, a este respecto:

“Temía hacerme viejo, hasta que comprendí que ganaba sabiduría día a día”

Independientemente de la sabiduría que captamos en nuestro interior (“se dice que en cada persona hay un filósofo”), también debemos dirigir la mirada a nuestro alrededor y ver que existen personas sabias (familiares, amigos, compañeros, vecinos…), que no tienen necesariamente que ser personas mayores, y podemos aprender mucho de ellas.

Las personas mayores- a través de una visión sabia y ponderada de sus vidas y valores- deberían alcanzar una puesta a punto de los resortes y recursos vitales (psicológicos, comportamentales, sociales, culturales éticos, religiosos…) para crear un sistema multidimensional operativo en cada momento (cada situación) que le ayudara  a superar los males y achaques de la vejez y, encontrar una vía de aceptación, sublimación y resignación ante el  progresivo envejecimiento limitante irremediable y el advenimiento de la muerte.

Para finalizar este artículo quiero exponer unos principios prácticos en los que se sustenta la sabiduría de la vida y de la vejez.

Representan un pilar filosófico y sabio para alcanzar la meta de vivir y envejecer bien.

Dichos principios reflejan mi propia visión sobre el gran valor que tiene la sabiduría en el planteamiento positivo de la vida y su directa relación con las personas mayores.

Dichas ideas las he tomado de mis propias reflexiones como médico gerontólogo humanista y también de las ideas utilizadas en mis conferencias, charlas, artículos y algunos fragmentos de libros que tengo publicados sobre este interesante tema.

Los principios que deberíamos retener son los siguientes:

1.       Ver y aprovechar la experiencia adquiridas por la humanidad durante siglos y que nos enseñan en sus obras los grandes sabios, maestros espirituales y autores competentes.

2.     No seguir impulsivamente las propias inclinaciones instintivas, apegos y costumbrismos sin el debido control de la razón y de la voluntad.

3.     No incurrir en los mismos errores propios y ajenos pasados. El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.

4.    Conocer y practicar los medios que sirven para conservar la salud física, mental y social. Seguir los consejos, las orientaciones, instrucciones médicas como chequeos, revisiones, vacunaciones….

5.     Unir en las acciones la prudencia con la diligencia.

6.    No tomar una decisión importante (trascendente) en la vida sin haber reflexionado bien o consultar con personas competentes.

7.     Buscar el sentido trascendente de la vida. Habría que seguir una escala de valores, según un orden de prioridades. Para algunas personas esta escala de valores prioritarios sería: salud, dinero y amor; para otras seria: familia, amor y trabajo; para otras: independencia y triunfo personal; para otras: acúmulo incesante de riquezas a cualquier precio, y finalmente para los cristianos sería: amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. Como ve el lector esa escala de valores es muy personal y variada; en unos casos sería más materialista y, en otros más idealista y espiritual.

8.     Establecer una alianza positiva con las demás personas “percibir en todo momento el sentimiento del nosotros”, pero evitar la gente conflictiva, tóxica, perturbadora. devoradora de emociones positivas…

9.    Adoptar una actitud lúdica y relajante ante la vida y la vejez (con una gran dosis de humor).

10. Tener siempre una disposición de hacer el bien (voluntad de propósito, de acción) y de servir a los demás.

11.    Aprender con humildad de los demás, de sus cualidades y de su lado positivo.

12.  Mantener en todo momento una mente abierta ante la vida, el mundo y sus cosas.


La mente es como un paracaídas, no sirve de nada si no se abre (grafiti en una calle de Nueva York)


También debemos saber que cuando el ojo no está bloqueado el resultado es la visión, cuando la mente no está bloqueada el resultado es la sabiduría, y cuando el espíritu no está bloqueado el resultado es el amor

13.  Tener en cuenta que todo cambia en la vida con el paso del tiempo; nada es definitivo, salvo la muerte.

14. Establecer una conformidad con el hecho inevitable de la muerte.

Todo este cuerpo filosófico lleno de sabiduría debería ser un referente en todas personas, pero particularmente serían las personas mayores las verdaderas depositarias del mismo e iría implícito en ellas el aceptar el compromiso de difundirlo a su alrededor, a sus familiares y descendientes, actuando como una correa de trasmisión de este legado a las siguientes generaciones.

Víctor López García
Médico gerontólogo
Médico escritor


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Metropolitana de Santiago: Santiago.

Libertador General Bernardo O'Higgins: Rancagua.

Maule: Talca.

Ñuble: Chillán.

Biobío: Concepción.

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